Los temas de herencias siempre son peliagudos para cualquier despacho de abogados. Entran en juego muchas circunstancias familiares, problemas entre herederos y disputas por la sucesiones. En Pecci Abogados tuvimos un controvertido asunto de herencia entre dos familiares, el caso llegó a los medios de comunicación de la Región de Murcia. Uno de ellos, heredero universal, acusaba a la otra de estafa por haberse apropiado del patrimonio de su tía, antes de que la misma falleciese.

Nuestro equipo de abogados en Murcia, tuvo que hacer una larga y laboriosa instrucción del caso. Eran muchos los testimonios que recoger, muchas las pruebas que analizar y mucho el esfuerzo que pusimos para que la justicia le diera la razón a nuestra clienta.

Finalmente fuimos a juicio, tras más de siete largos años desde el comienzo disputa. Y, desde que el asunto llegó a nuestras manos, no dejamos de recabar toda la información posible para poder defendernos con todas las garantías. De hecho, hubo momentos en que pensamos que el asunto se sobreseería ya que, con las pruebas que recabamos, existían dudas más que razonables sobre la existencia del delito de presunta estafa, que sólo veía la acusación particular.

Los hechos eran los siguientes: una persona mayor sólo tenía, como familiares más directos, a dos sobrinos. Teníamos testimonios que corroboraban que entre uno de los sobrinos, heredero universal, que ejerció como acusación particular, y esta persona mayor, había una mala relación incluso antes de que empeorase su estado de salud.

Antes de que falleciera y cuando su salud empezaba a agravarse, la señora decidió irse a vivir con nuestra clienta, también sobrina suya y otorgarle un poder para que dispusiera y gestionara su patrimonio. Además, esta señora donó a su sobrina y a los hijos de esta, antes de fallecer, diversas propiedades inmobiliarias. De esta manera, el otro sobrino, heredero universal, se quedaría con prácticamente nada, cuando fuese a heredar. Y así sucedió: la señora falleció poco tiempo después.

La acusación interpuso querella contra nuestra defendida por un delito de estafa, pedía para ella pena de prisión de seis años y una responsabilidad civil próxima a los 600.000 €. Consideraba que había manipulado a su tía, poco antes de que falleciera.

El Ministerio Fiscal quería archivar el caso, no así la acusación particular. Pero, gracias a las pruebas que aportamos y a los testimonios que corroboraban la mala relación existente entre la fallecida y su anterior heredero, la Audiencia nos dio la razón, dictando una sentencia absolutoria, que no fue recurrida por la acusación habida cuenta de las pruebas y evidencias tan irrefutables que presentamos.

Muchas veces, la buena fe y el compromiso y responsabilidad con nuestros mayores son evidencias más que suficientes. En este juicio por estafa, relacionado con una herencia, pudimos desmontar las acusaciones por estafa, ya que el engaño es algo que debe probarse.